Antes de que apareciera el concepto de cloud y aplicaciones específicas para compartir ficheros, compartir ficheros con otras personas en un entorno privado era incluso más sencillo. Se le enviaba al interesado una dirección y un usuario/contraseña y eso era todo.
- No hacía falta compartir cada nuevo fichero, pues todo lo que tenías en la carpeta compartida, era accesible.
- Cuando querías quitar el acceso, se borraba el usuario correspondiente.
Todavía es posible utilizar este tipo de protección para directorios, directamente desde el servidor, sin software adicional. En el vídeo superior tienes un tutorial paso a paso.