En las primeras fases de desarrollo de Internet, para crear una página web, necesitabas realizar una gran inversión. Si además, querías tener tu propia tienda online, esto se complicaba ya que a la parte de diseño, había que sumarle la programación de todo el proceso de compra.
Luego llegaron los CMS (Content Management System o Gestores de Contenido) y las aplicaciones de tiendas listas para utilizar como la popular Oscommerce ¿te acuerdas de ella? De repente, todas las webs parecían la misma.
La estandarización, trajo la ventaja del abaratamiento de los costes de entrada y el desarrollo de una industria auxiliar que aumentaba las capacidades del sistema base:
- Programadores que hacían un complemento para aceptar un método de pago nuevo.
- Diseñadores que vendían plantillas para que tu web tuviera un diseño un poco diferente al estándar.
- Informáticos que se ofrecían a mantener todo en marcha y funcionando.
Más tiendas online, más ventas, más negocio tradicional que poco a poco se pasaba a Internet.
Así nacieron los grandes gigantes de la venta online. Plataformas que facilitaban que cualquier persona pudiera empezar a vender lo que fuera, pagando sólo una pequeña comisión si lo conseguían.
Este es el primer artículo de una serie donde iré analizando aquellas empresas que, una vez conseguido el liderazgo mundial, siguen creciendo a costa de terminar con todo.
Amazon, si fuera un país tendría más PIB que Kuwait
El adjetivo de gigante se le queda pequeño: ¿coloso? ¿titán?
Tendremos que inventar nuevos adjetivos para estas multinacionales, capaces de influir en la vida de muchas personas y escapar a la regulación del resto de mortales, ¿aristócratas?
Amazon ha sido la gran beneficiada de la pandemia mundial. Los gobiernos han obligado a los pequeños comerciantes a cerrar sus negocios, pero seguían permitiendo la venta online de cualquier producto.
No podía bajar a comprar una maceta o un juego de parchís (para pasar las largas horas encerrado en casa), pero sí podía hacerlo en Amazon. Una persona en un centro de logística preparaba el paquete, un repartidor lo recogía, lo llevaba a otro almacén, luego a otro repartidor y así hasta que llega a la puerta de mi casa.
Amazon y las empresas que tenían presencia en Internet, han visto como las promesas de que la venta online iba a ser el futuro, se convertían en pocas horas en una realidad. Hoy es algo tan claro como el agua de un manantial.
Los que todavía no tenían presencia o venta en Internet, buscaban desesperadamente una fuente de ingresos alternativo que les permitiera sobrevivir. Algunos, empezaron a vender, irónicamente, a través de Amazon.
Quien tiene la web, tiene el poder
Amazon cuenta desde casi sus inicios, con un programa que permite vender a través de su plataforma. Cobra unas comisiones bastante altas. Según la categoría del producto en venta, puede llegar a ser de hasta el ¡45%! del precio final. Esto le permite ganar dinero incluso de aquellos productos con pocas ventas y rotación de stock más lento.
Comisiones por vender en Amazon |
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De 12% a 45% del precio de venta. |
Comisión mínima por listado de 0,3€. |
Los gastos de envío corren de tu cuenta. |
Pero hay una razón oculta mucho más oscura y siniestra. No es algo nuevo aunque la Unión Europea parezca que se acabe de enterar. Consiste en lo siguiente (toma nota):
- Cuando un nuevo comerciante quiere vender un producto en su tienda, tiene que indicar obligatoriamente el código de identificación del mismo: el código de barras o algún número de identificación internacional.
- Si el producto no tiene ese número, porque se trata de algo fabricado por el propio vendedor o es una artesanía, el vendedor tendrá que indicar los datos de contacto de sus proveedores, con el nombre de la persona de contacto, teléfono, etc.
- Sólo en casos MUY (con mayúsculas) excepcionales, permiten la venta de productos que no estén identificados. Generalmente, los rechaza o los añade a la categoría de artesanales, donde la comisión es más alta.
¿Por qué hace esto? ¿Todavía no lo ves? Te lo explico con un ejemplo para que lo tengas más claro.
Desarrollo de productos con éxito garantizado
Amazon permite que en su tienda aparezca un vendedor que está especializado en gafas con las que se ve todo borroso. Es un producto absurdo y que seguramente nadie quiera comprar. El vendedor da de alta el producto, indica el código de barras del fabricante y acepta pagar un 15% de comisión por cada venta.
Los primeros días no pasa nada fuera de lo común. El vendedor hace 1 venta, la envía y a los pocos días recibe el pago menos la comisión que se ha quedado Amazon.
Una semana después, un influencer sale en una history llevándo las #gafasborrosas. Los 4 millones de seguidores que tiene, quieren unas iguales. Hacen una búsqueda rápida en Google, el primer resultado es de Amazon, como es una tienda que ya conocen y en la que ya tienen cuenta, hacen el pedido.
El vendedor no da a basto, ¡está vendiendo un millón de gafas al día! Empieza a hacer más pedidos a su proveedor y alquila un segundo almacén.
Un Youtuber se apunta a la moda y graba un vídeo donde conduce con las gafas de verlo todo borroso. Se choca contra un árbol, el coche sale ardiendo y lo detiene la policía porque además, era menor y no tenía carnet. Sus últimas palabras antes de entrar en el coche policial son: no te olvides de suscribirte, dale like y a la campana.
El suceso, sale en las noticias.
Las ventas aumentan a 4 millones de gafas al día.
El vendedor está ganando mucho dinero. Amazon el 15% de cada venta.
El producto Gafas para ver borroso pasa a ser un top ventas.
Automáticamente, Amazon lanza una orden de compra de 10 millones de unidades al fabricante, quien incluye gratuitamente, el grabado con láser en una de las patillas con el texto Amazon basic.
El producto aparece como destacado Amazon Choice y aunque cuesta 1€ más que el original, que está ahora en la posición 2, se vende por encima del original el 80% de las veces.
Ha nacido un nuevo producto Amazon Basics.
Y el vendedor está en serios problemas que lo puede llevar a la quiebra. Sus ventas han bajado de un día para otro un 80% y tiene los dos almacenes llenos de gafas para ver borroso que, si no te has dado cuenta todavía, no sirven para nada.
La historia no termina aquí. Mientras todo esto sucedía, el fabricante de gafas para ver borroso ha estado publicando productos en Amazon iguales que el original, pero bajo cuentas con diferente nombre: Gafas para ver borroso New veer, Gafas borroso ver Zoom, Gafas borrosas originales VD, etc.
El precio ha bajado tanto, que la calidad le ha seguido de cerca.
En poco tiempo, las gafas para ver borroso pasan a ser un producto del recuerdo y quedan descatalogadas de Amazon.
Ahora el nuevo producto top ventas son las mochilas que dejan marcas si tomas el sol 😉
¿Qué podemos hacer?
Ignorar a Amazon ya no es posible. Si haces venta de productos y tienes posibilidad de ofrecer un precio competitivo, estar en su web te puede dar muchas ventas y tráfico que dirigir a tu propia web.
Trata de convertir sus clientes, en tuyos, incluyendo tarjetas con ofertas y descuentos. Si el cliente queda satisfecho con la compra, es posible que la próxima vez prefiera hacerla directamente en tu web.
Por supuesto, tu web tiene que estar a la altura en cuanto a servicio, precio y opciones. Puedes pedir un presupuesto sin compromiso o contratar un bono de horas para empezar hoy mismo.
(Fotografía de Shattha Pilabut)